sábado, 27 de diciembre de 2014

Vivir es desear

Vivir es desear; desear es apegarse. Apegarse es desear. Nunca se desea a medias lo apegado, solo se lo desea en conflicto. Se desea existencialmente, al otro que constituye en la mirada su reconocimiento. El rostro, la figura, la tribuna perfecta. Ser autoconciencia proyectada hacia un otro. ¿en la negación del si mismo? ¿me niego? satisfacer mis impulsos sexuales. Ey tú, no debes expresar tan burdamente tu sexualidad. Puedes faltar el respeto. Faltas el respeto a tu energia propia. Apegarse es desear al punto de sentir mucha pena y dolor, frustracion, ante la perdida de lo amado. Lo amado es recelado dolorosamente. El placer de lo vivido necesariamente trae su resaca, como el intenso mar se recoge tras la caida de una ola. Es natural desear lo otro. Necesito alimentarme de la energia de otros. Necesito el reconocimiento. Y bueno, por eso los busco. Los quiero reconocer, los deseo existencialmente, como parte de mi historia y mi sentido. Los deseo en el conflicto de nuestros intereses separados. Los deseo en el encuentro de nuestros intereses sincrónicos. Atreverme a navegar las emociones es el fin de vivir. Gobernar mis acciones response-habilmente. Fluir y administrar las energias para vivir el paso de cada sincronia en plenitud. Dormir cuando hay que dormir. Administrar adecuadamente el lakshmi. Necesito aliemnatrme del vacio. Del vacio fertil, la energia toroide. Cajon del maipo, alla voy