viernes, 17 de agosto de 2012
Educacion Violenta
Curiosidad, Creatividad y pensamiento divergente son características esenciales de la niñez en su proceso de aprendizaje. Encima de estos valores, aceptados solamente para su temprana infancia, se imponen los valores de la competencia, la subordinación y la violencia.
Desde el mundo de la conciencia todos somos genios. Todos somos grandes soñadores. El niño tiene un maestro interior que le impulsa a repetir y dejar de repetir.
Estudiar no es un acto de consumir ideas, sino de crearlas y recrearlas.
El aprendizaje profundo se origina en el interés, la voluntad y la curiosidad; las motivaciones de estos elementos están más allá de la razón, de establecer relaciones conceptuales entre criterios para construir conocimientos; se relaciona con su vivencia de si mismo y de su entorno. No puede tampoco existir descubrimiento personal sino se abren las condiciones de respeto y libertad para el darnos cuenta de toda nuestra existencia, y de que estamos implicados en forma completa y responsable en aquello que aprendemos.
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El amor es la suma total de las metas, lo que nos vincula a la totalidad. Para conectarnos a la totalidad debemos renunciar sin negar ni reprimir ciertas parcializaciones: las dolorosas y las placenteras. Cuando amamos a Dios, es cuando amamos universalmente. Si excluimos a Dios del amor se transforma en expansión del ego, en orgullo o lujuria.
La pasión es una fase preliminar al amor divino. Es por decirlo así, un amor terrenal y parcial. Al estar desconectado del todo por venerar lo parcial (un poder que solo se origina en la ilusión y el despotismo material e ilustrado de ciertos mecanismos) caemos en desgracias y en la desesperación, y alimentamos con ello las guerras del sistema, ya sea como amos, ya sea como victimas. Pero las desgracias y la desesperación vienen a nosotros para despertarnos.
El mundo es un campo de corrección y de educación. Si no quieres castigar, educa, aprende. Tenemos dos formas de aprender; una preliminar, es decir, sufriendo las pasiones del triunfo, la derrota o la indiferencia, o aprendiendo.
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