miércoles, 13 de julio de 2011

* Las dudas son la madrigueras de los miedos, y generalmente, el miedo, si no se enfrenta ni se supera, produce reacciones violentas (contra el si mismo y contra el mundo externo)

* el consumo de los seres externos como explotación e ingesta es, por necesidad, una acto de agresion, aún incluso si lo sometido tuviese la voluntad de ser sometido. El que es sometido por voluntad propia es agresivo consigo mismo.

* El deseo materialista se alimenta de las cosas del mundo por la agresión.

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* Los miedos también engendran dudas y las dudas asiedad y angustia. Las dudas, cuando engendran miedos, comunmente desembocan en agresiones violentas contra el mundo, y finalmente, en agresiones violentas contra el sí mismo (como culpa)

* si negamos que necesitamos ser agresivos para conseguir lo que deseamos no podremos conseguirlo, o terminaremos escindiendo nuestra agresividad, sufriendola como culpa, en el cuerpo, o en actos escindidos de la conciencia en las que la agresión se vuelca descontroladamente hacia el mundo externo (estados deliriosos).

* el amor carnal se constituye sobre la base de un deseo de consumo, pero aminorando sus cargas, proporcionandole un contrapeso, que permite que lo consumido no se desintegre (aunque la sensación de omnipotencia que produce la entelequia de la fusión amorosa es precisamente la desintegración de los límites yoicos, estos se reestablecen bajo la entidad de un nuevo ser, un cuerpo con dos cabezas. La desintegración total se produce desde una fisura primordial).

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* el amor reestablece la homeostasis tras la desintegración. El cuerpo de dos cabezas camina entonces con el peligro de caer en 2 abismos: a veces, la mano amiga del amante nos salva de caer, pero otras, su mano apasionada nos empuja o atrae hacia los vértigos de sus propias oscuridades o hacia la profundidad de nuestras propias fisuras.


* El amor con apego (con pasión) nos humaniza porque además de agresivos, nos vuelve compasivos y vulnerables, y en algun grado, dependientes -no solo a las alturas del otro sino tambien a su abismo.

* cuando amamos pasionalmente nos acercamos a nuestra vulnerabilidad, pues, aparte de los miedos a nuestros propios abismos, el ser humano adolece el temor a ser consumido y ser dependiente a los abismos de un otro

* apego seguro: un puente y caminos hacia la intimidad integradora, democrática y colaborativa de un refugio donde se puede superar la soledad espiritual crónica de nuestro tiempo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Has dejado de escribir? Volvía a tu blog buscando un gráfico que colgaste sobre la estructura de la Onda Encantada y me he entretenido leyendo tus entradas. Esta última me ha ido de perlas para el momento en el que estoy ahora.

Feliz entrada al 2012
Muluk Buluc