lunes, 31 de mayo de 2010

Afrodita

Una tempestad recogió el espíritu de Afrodita cuando le tocó el lanudo pecho al guerrero. "Así que sabeis lenguas antiguas animal?! recitadme un poema del melifluo Marcelo." Niklas, resistiendo mirarle, no se dejó amedrentar por la inmensa belleza de la diosa obedeciendo gentilmente. Recitó un hermoso poema que la emocionó hasta el llanto, ruborizandole las pálidas mejillas y humedeciendole la entrepierna. Por fin, y al cabo de un último terceto, la musa se abalanzó sobre Niklas que esbozaba una oscura sonrisa desde el zaguan.

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