...por no amenguar sus brillos celestiales
los lanza el alto, y los rechaza el bajo...
LA JUSTICIA MOVIÓ SEVERO:
ME HICIERON EL PODER QUE TODO ALCANZA,
EL SABER SUMO Y EL AMOR PRIMERO.
ANTES DE EXISTIR NO HUBO CREANZA
LA ETERNA SOLO, Y ETERNAL YO DURO;
!AH, LOS QUE ENTRAIS, DEJAD TODA ESPERANZA!
Maestro - dije- su sentido es oscuro.
Y el replicome cual persona experta:
Aqui es bien que el temor dejes a un lado,
y que toda flaqueza yazca muerta.
LIMBO
Suspiros y lamentos sonaban por un aire sin estrellas,
querellas, palabras de dolor, ira que espanta, roncas blasfemias,
alzan rumor en discordancia tanta, que el gran ámbito llenan.
"El perdón y la justicia los desdeña.
No hablemos de ellos, solo mira y pasa."
vi en la muchedumbre al de la gran renuncia,
de aquella secta de ánimos pasivos
no agradables a Dios ni a sus contrarios.
Esos, que no estuvieron nunca vivos,
iban desnudos y les herían
avispas y abejorros vengativos.
Sus rostros de sangre se cubrían,
que cayendo entre lágrimas cuajaba
en sus pies, donde mil gusanos los comían.
Carón, la ira sofoca:
allá donde se puede lo han querido,
palabras deja y resistencia loca.
La faz lanosa a escogido en esto
al piloto del agua triste y muda,
cuya vista giró globo encendido.
Mudan su color y les tiritan los dientes,
en cuanto la amenaza oyeron sañuda.
Y de Dios, de sus padres y parientes
blasfemaron, y el suelo maldijeron,
y la luz que los puso entre las gentes.
Con gran llanto se recogieron
todos a la ribera macilenta
que aguarda a los que el cielo no quisieron.
Y alzose viento en la mansion del llanto,
una rojiza luz brilló en su linde,
que todos mis sentidos turbó tanto,
que cai cual mortal que el sueño rinde.
PRIMER CERCO
Trueno atroz que en mi frente ha restallado
rompio mi grave sueño.
VArones, infantes y mujeres suspiraban en un eco tierno y sin lloro.
No amaron bien a Dios y ah! de esos infelices soy yo mismo.
Tal fue nuestro delito, y no más feo,
y en castigo por el se nos ajusta
vivir sin esperanza y sin deseo.
Homero es ese, el vate soberano:
el satirico Horacio viene detras,
Ovidio, Lucano y por último Aligheri.
Y a Electra, y a otros muchos vi en sosiego,
junto al piadoso Eneas, el osado Hector,
y en armas al Cesar con su mirada de fuego.
Vi a Pantasilea, Camila y al rey latino,
con Lavinia su hija ahí sentada.
A Bruto, el que arrojó a Tarquinio,
y a Lucrecia, Cornelia, Marcia, Emilia,
y de todos aparte, a Saladino.
Vi después de las ciencias al maestro entre la filosofica familia.
Con el estan los Socrates, los Platones,
al derecho y al siniestro respectivamente.
Demócritos que dudan las acciones,
Anaxagoras, Diogenes y Tales,
Heraclitos, Empedocles, Zenones;
y a Dioscórides vi, que naturales sustancias analiza,
a Lino, Orfeo, Marco Tulio y Sénecas morales.
Al geometra Uclides, a Tolomeo,
a Hipocrates, Galeno, Avicena,
y al árabe aberroes tambien veo.
SEGUNDO CERCO
Del cerco primo me pase al segundo,
de mas corta region, pero mas llena
de horrible grito y dolor profundo.
Ahí Minos esta con faz de hiena.
Ve a qué sitio del orco se le lleve,
y ciñe con la cola tantas vueltas
cuantos grados al fondo bajar debe.
Entré al lugar de toda luz privado,
que mugia cual mar que se atempesta
si es de vientos contrarios azotado.
La borrasca infernal siempre dispuesta,
lleva las almas con estrago y ruina,
las revuelve y percude, las molesta;
y, cuando a estrellarlos se avecina,
se quiebran eN llanto y meten fragor
en blasfemar de la virtud divina.
Sin la esperanza del consuelo blando
sufren los pecadores carnales,
que al apetito la razón someten.
Del cuerpo cedió tanto el imperio,
que erigio en ley el vicio que la empece.
Semíramis, Siqueo, Cleopatra, Elena,
vi junto a Paris y Tristan.
Amor que prende raudo en pecho hermoso,
cuando pierde la ofende el modo odioso,
pues mayor dolor no existe
que el feliz tiempo recordar consunto en la miseria triste.
"La divina comedia"
martes, 25 de mayo de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario