lunes, 6 de septiembre de 2010
Demente
Cuando Pablo Honorato le pregunta muy cortésmente al Mamo Contreras, la mano derecha de Pinochet en lo que atropellos se refiere: "General, cómo se encuentra", éste le responde exaltado, indignado incluso: "me encuentro perfectamente bien!,y como lo he dicho siempre, soy inocente". Luego de decir eso, se calma un poco y prosigue con su discurso: "en estos momentos... no me defiendo en forma personal", toma entonces un aire severo y concluye, "pues los vencedores... no se defienden!". Pablo Honorato le pregunta extrañado: "ud va ir a la cárcel, va a cumplir esa condena?" a lo cual responde el Mamo indignadísimo y levantando la voz: "yo no voy a ir a ninguna cárcel!, mientras no haya una justicia real..." luego, mira a la cámara y se saca el audifono del oído en señal de desdén.
http://www.youtube.com/watch?v=VAm-yw7nS9A
El verdadero jefe era don Augusto, aunque un aspecto revelador de dicha entrevista es que ninguno de los dos soportaba dar explicaciones a la opinión pública; los favorecidos por el régimen dictatorial se protegen entre si y no están dispuestos a pedir perdón por sus fechorías.
Don Augusto, suponiendo que se comparaba su gestión con las grandes dictaduras europeas, como la de Hitler o Stalin quizás, o con el comunismo castrense, señalaba en 1983 lo siguiente: "no hemos querido tomar ninguna medida... muy! dura..." guarda silencio y escucha y apunta con su dedo derecho la ventana desde donde vienen unos ruidos de tambores; concluye sin temor: "ellos nos van a obligar a tomar medidas... entonces la cosa va a cambiar... esto nunca ha sido dictadura señores!, esta es dictablanda... pero si es necesario! vamos a tener que apretar la mano, porque tenemos que salvar primero... el país! y luego miraremos para atrás..." Evidentemente, a esas alturas el país se encontraba sumiso ante la fuerza de su régimen represor. Pinochet contaba con el apoyo empresarial de los antiguos latifundistas (que fueron expropiados de sus derechos por la UP) y con el apoyo monetario de inversionistas estadounidenses y sus correspondientes vicarios (servicio de inteligencia del pentágono). A esto sumemos la reforma de la Constitución del año 80, en concordancia con el decreto de ley 600 promulgado en los años 70 en el que se favorecía el ingreso de la divisa y la tecnología estadounidense mediante un estado de sitio que la favoreciera y la terminara por imponer; con la constitución del 80, la Junta de gobierno de Pinochet logró perpetuar en las leyes su derecho a la amnistía, su anquilosamiento en el poder y el ejercicio del sistema monetario que actualmente nos rige; en dicha constitución se contempló, pensando en que la dictadura no era para siempre, un sistema electoral que favoreciera a los suyos, excluyendo así a las minorías opositoras a su régimen.
En 1988, en un tono casi lloroso y manifiestamente ofendido, Pinochet declara a su pueblo, o quizás, a algunos de sus socios que pedían su trono para el ejercicio del poder: " respetaré, y haré respetar este resultado, en consonancia con mi norma de conducta invariable como jefe del Estado"... don Augusto, ya muy triste y no queriendo dejar el poder, hacía alardes de un sacrificio enorme ante sus socios demócratas, inversionistas en su mayoría; ellos son el garante de conservacion de sus dictamenes por una suerte de retribucion; la implementación efectiva de las oligocracias, bajo el regimen engañoso pero necesario de la democracia, se sustenta unicamente bajo un regimen dictador, que no contempla el diàlogo y la apertura hacia la verdadera justicia. Pinochet amasò tambien una gran fortuna con los tributos que les exigìa; a costa de todos los chilenos y en el más descabellado silencio. La democracia se implementó desde un acto anticonstitucional, bajo el presupuesto arbitrario de un poder central, bajo la forma aparente de una libre competencia. En temas de educación por ejemplo, se privatizó aún más la educación y se aumentó la brecha y la desigualdad entre los pobres y los ricos. El elitismo es la manera efectiva y actual de esa careta que llamamos democracia. No hay que olvidarse que el mismo Pinochet pretendía ser demócrata. Nos seduce su idea y a la vez nos escandaliza.
Preocupado de comparecer ante la justicia y asediado por los justificados atentados contra su persona, Pinochet se manifiesta indignado: "El día que me toque alguno se acabó el estado de derecho; eso lo he dicho una vez... ya no lo repito más ya... pero que sepan que va a ser así! (apunta dos veces con su dedo en forma amenazadora hacia el lado)." Pinochet perdió el plebiscito, pero bajo amenazas y mediante una colusión secreta, logró que un importante grupo le fuera leal y lo protegiera hasta el fin de sus días (la clase política de derecha: UDI y RN esencialmente).
Para 1994, y en "democracia", la opinión pública pedía al General que por lo menos manifestara su perdón a las víctimas de sus atropellos, pero nada, su respuesta fue la siguiente: "a quien le vamos a pedir perdón, a los que trataron de matarme? a los que trataron de desviar a la patria, a quién? ellos tienen que pedir perdón por todos los desmanes y todo lo que hi... causaron... antes del 11 de septiembre". Parece como si todo se justificara a partir de esos desmanes. Pero no hay que engañarse con los simplismos beligerantes de su discurso.
El gobierno de la unidad popular, quería nacionalizar las industrias. Nixon y el pentágono, apenas supieron que en el Congreso votaría por Allende (porque al no obtener una clara mayoría ante Alessandri en las hurnas, el Parlamento era el encargado de consagrarlo presidente) enviaron a sus agentes secretos de la CIA para declararle la guerra económica a la UP. Se cometieron de ese modo horrosos asesinatos y torturas para desbaratar su poder; lograron que la economía chilena se desestabilizara enormemete mediante un bloqueo económico y un régimen del terror; los que auspiciaron dicho ejercicio, era en su mayoría latifundistas, gente chilena o criolla que manejaba la economia del pais (de origen europeo y estadounidense) y que gozaban consecuentemente de privilegios sobre el pueblo; en dicha condición, se manifestaron a favor de la privatización y asupiciaron el boicot estadounidense. Bloquearon los caminos quedando el país desabastecido de su alimento. Con el país desabastecido de alimentos, se hacía muy difícil el progreso.
" La unica cosa que queda señores contertulios, es, OLVIDAR... y se olvida... no con un proceso que se abre nuevamente y que se vuelve a abrir y que se mete a la cárcel, no!". Se ocultan de ese modo los crimenes y las fechorías; se exige el cumplimiento constitucional de la amnistía política! No hay que olvidar que en el Parlamento, un sector enorme de la derecha (gracias al mecanismo binominal que su constitución contempla) lo apoyó y protegió hasta sus últimos días. Eso si, por la actitud negligente con la historia que se extiende a su casta protectora (los retoños del pinochetismo: la derecha y algunos concertacionistas fraudulentos), la dictablanda parece que no fue del todo blanda y que existen muchos cómplices del olvido.
http://www.youtube.com/watch?v=H1Gk19zu6Lg&feature=related
El actual presidente de Chile, don Sebastián Piñera, una de las fortunas autóctonas favorecidas en el intercambio comercial con su pares estadounidenses, le dirigió palabras afectuosas y de apoyo en 1998, cuando este se encontraba recluido en Inglaterra: "el señor Pinochet y su familia están viviendo momentos difíciles en estos momentos, y por eso se merecen toda nuestra solidaridad... constituye un agravio y un atentado a lo más profundo de nuestra soberanía, de nuestra independencia y de nuestra dignidad!..." Pinochet no fue derrotado en el plebiscito como muchos intentan creer; nadie jamás lo pudo enjuiciar y hoy en día nos gobiernan sus hijos. La ultima defensa que se utilizó para que no se abriera un proceso en su contra fue un fraudulento certificado de demencia senil y la actitud misericorde de los jueces con su "discapacidad" (para comparecer ante la justicia). Estamos ante un caso de demencia o del olvido premeditado de un criminal? Todos conocen el final de la historia: el viejo senador y comandante en jefe muere en la suya; Pinochet nunca quiso rendirle cuentas a nadie y lo logró; logró ejercer su poder incluso en el senado en condicón vitalicia, conservando su libertad (o reclusión domiciliar) junto a los suyos, muriendo como un héroe. Ahora, hasta el mismo Piñera se da vuelta la chaqueta; se olvidan fácilmente de la hitoria; Él lo quiso así: que olvidaramos sus crímenes y que le dieramos la espalda para seguir el horizonte de su democracia. Como dice el dicho: "para hacer una tortilla hay que romper los huevos".
El fantasma del régimen militar nos seguirá penando hasta que no se haga justicia con la historia; el velo del olvido represor debe ser desbaratado y castigado por un tribunal. Pinochet murió sin ser procesado, y ya solo nos quedan los cómplices de su dictadura solapados bajo un manejo engañoso de la información y de un sistema económico que parece ineludible.
Si bien el derecho constitucional de los ex presidentes a ejercer como senadores vitalicios se abolió el 2005, tras la muerte de Pinochet sigue vigente el sistema binominal para el ejercicio del poder de las oligocracias (es decir, de la antigua clase terrateniente que auspició la dictadura); asimismo, cobra cada día más fuerza el modelo empresarial que nos legó su sistema. Los nuevos patronos ya no solo explotan la tierra sino también la tecnología, la publicidad y la gente (como recurso de explotación de sus riquezas). No es extraño en ese sentido que le rindamos tributo a poderosos ingenieros, patronos de esta red secreta del consumo y vendedores del modelo "motivacional del liderazgo y la productividad"; tampoco será extraño que el olvido logre por fin reprimir el hambre de justicia de los oprimidos, cuando se le rinda tributo a Pinochet como se lo hace en la actualidad con Ibañez del Campo, Ohiggins, Carrera... La historia tiene de esta forma sus mecanismo (el olvido represor) para transformar el crimen de sus proceres en heroismo.
... debiò ser costoso para el criminal silenciar los remordimientos de conciencia; tanto asì, que para encontrar un minuto de paz debiò olvidarlo todo (prueba de que nadie màs que el criminal, se cansa de ser èl mismo para su conciencia)
... no hay que olvidarse tampoco del orgulloso Allende, quien en un acto de soberbia, no dio su brazo a torcer, prefiriendo la muerte antes que una derrota... para sus seguidores, en cambio, y bajo el duro desamparo polìtico, resistieron infructuosamente. Antes de resignar la lucha contra las minorìas burguesas, airadas y vengativas de perros carniceros, los defensores del comunismo decidieron resistir y con ello, perecer. (cuàntas familias destruidas por la inclemencia del general)
... con orgullosas pancartas, hoy dìa se rescata el espìritu de los caìdos: ni perdòn ni olvido
http://www.youtube.com/watch?v=VBGwQX34oeo
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