Ella me tomó en sus brazos cuando todavìa mi deseo era madera seca.
su indiferencia me rompe los crsitales del espejo, como las olas de una tormenta adolescente.
El peso de mis criticas tienen un poder altamente destructivo.
Mi imagen en el espejo tiene fisuras.
Quiero ser alguien seguro y bueno, pero en el fondo soy inseguro y resentido.
Yo se que en el fondo me extrañas, o extrañas esos primeros momentos en que pude quererte como a un dios, con el deseo furioso de un volcàn.
El agua apagarà las brazas que me queman, para que el viento se lleve las cenizas y podamos entonces desmalezar las espinas del jardìn.
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