martes, 29 de marzo de 2011

Adolescencia

* El adolescente se sitúa en una etapa de pérdidas, en un periodo de vaciamientos subjetivos, en un duelo, pero también se situa frente a un foco de luz: la autonomía racional.

* la protección y el cariño que antes se le procuraban , ya no es tal: hay experiencias genuinas de abandono adolescente, frente a las cuales, la luz enceguece

* la sobreproteccion genera inseguridad y dependencia infantil, inhibiendo la autonomía del sujeto adolescente

* el dominio infantil, encuentra su apogeo como reconocimiento amoroso. Si este no es satisfecho, en la adolescencia dicho impulso se pervierte. Se torna onanista. Podemos reconocer el dominio de un niño en su maldad. Podemos a si mismo, no ofrecerle otro modelo. Las conductas agresivas del pequeño infante cuando agrede a los más debiles, comienzan a manifestarse en la infancia tardía (de cuarto a quinto básico) como conducta antisocial

EL MALESTAR EN LA CULTURA

* Con el fin de consolidar los lazos libidinales entre las personas, se inhiben y se desplazan las metas y los objetos narcisistas de la pulsion sexual.

* Las pulsiones narcisistas son remanentes de un dominio infantil: el consumo y la explotacion placentera de los objetos. La Sociedad por su parte, no renuncia a sus metas, y sigue compulsivamente creando lazos más amplios entre sus miembros con los que el adolsecente se debe de algun modo identificar, incorporando no solo ideales dionisiacos -para conseguir placer- sino tambien ideales sociales a través del superyó. De esta labor social se hacen cargo fundamentalmente las intituciones religiosas y las político-militares, representadas a nivel intrapsíquico como ideales del yo; las pulsiones de muerte quedan así inhibidas y reprimidas en sus objetos y metas, neurotizando a los individuos y explotando de vez en vez desde la represión y la perversión: a traves de la guerra, el caos moral, la pedofilia, la violacion, el abuso, etc.

El yo del adolescente, debe lidiar con esta imposicion de la sociedad- a inhibir la meta sexual de sus actividades y a producir estas explosiones- lidiando con el despertar de su potencia sexual. Hay en ello una contradicción: por una parte ciertas instituciones desean su represión sexual, admitiendo al mismo tiempo, formas secretas de perversión dentro de las mismas instituciones que enseñan la negación de los instintos sexuales y fuera de ellas, en las dinámicas con que el mercado y la publicidad seducen y alienan el deseo del consumidor. El adolescente, puede por fin satisfacerse como los adultos para reconstituir asi la sensacion de omnipotencia infantil, condensando la energia sexual parcial de sus primeras relaciones objetales en una genital, ganando autonomía y placer, pero encontrandose con esta ambiguedad.

* La educacion sexual de los adolescentes es fundamental para que su impetu no se desboque. La voracidad y el deseo de dominio son características adolescentes que la moral social exige atenuar. En cuanto a dichas exigencias, la moral religiosa toma una postura represora: no solo de los impulsos tanáticos, sino de la sexualidad misma. Obliga, en otras palabras, al adolescente a regresionar su libido a una actividad polimorfa y onanista, pervirtiendolo mediante doctrinas que no consideran al individuo sino solo una entelequia de este. LA polimorfosidad encuentra entonces sus objetos en los vicios (sociales y antisociales dependiendo del caracter del adolescente y de sus influencias).

* En vez de educar a los adolescentes en la prudencia, la religión por lo general, pervierte y reprime el impulso sexual, acrecentando los impulsos tanáticos de dominio que le son propios (en contra del individuo como culpa, o en contra de la moral como rebeldía, destrucción y violación de la dignidad)


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"Disciplina positiva"

La autoridad, se puede ejercer de tres formas: a través de un control excesivo, a través de la permisividad que fomenta la libertad sin límites, y a través de la disciplina positiva, en la que las opciones son limitadas, la libertad ordenada: "se puede elegir cualquier cosa que esté dentro de los límites y que muestren respeto por los demás"

Los castigos:

Los castigos son efectivos al corto plazo, pero a largo plazo, suelen generar los siguientes efectos:

1. Resentimiento: "esto es injusto, no puedo confiar en los adultos"

2. Revancha: "ellos ganan ahora, pero ya verán más tarde"

3. Rebeldía: "haré exactamente lo contrario"

4. Retraimiento:
cobardía: "la proxima vez no me atraparán"
reducción de la autoestima: "soy malo"

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